Del cine dominicano

Cuando se habla de cine dominicano ya todos sabemos el mismo padre nuestro y rezo de siempre: Las películas de aquí son malas, siempre usan los mismos actores, el guión es malo, son las mismas comedias de la televisión a la pantalla...etc, por lo que no quiero redundar en lo mismo.

Mientras veia "Los paracaidistas" y escuchaba la risa de las personas pensaba y reflexionaba sobre nuestro cine, nuestros directores, nuestros actores, guionistas y sobre todo en el público dominicano y en como nos manejan. Pensaba en nuestro cine porque recientemente nos hicieron mención en España por tener una de las mejores leyes de cine y que esperan que nuestro cine inunde las pantallas. 

De manera particular me siento orgullosa de ver como en algunos aspectos hemos crecido tanto: En el número de películas que se realiza, en lo genial que está la calidad de la imagen de nuestro cine, e incluso en como ha mejorado el sonido de nuestros largometrajes que tanto cuesta realizar porque somos un país ruidoso.También ver como han surgido excelentes directores que con cada película que realizan van mejorando su pulso, su técnica y su estilo. Es maravilloso ver a tantos directores comprometidos y con visiones tan particulares sobre nuestra sociedad y la vida, pero como saben, el cine es como una rueda que debe estar balanceada por todos sus lados porque de no ser asi no avanza. Me entristece ver como grandes talentos que con tanto amor y empeño hacen su trabajo están siendo desperdiciados. No siempre les brindan historias que estén a su altura, o le dan el tiempo para preparar sus personajes. Aquí muy pocos miran la actuación con la seriedad y carácter que merece. Los actores son la cara del filme y los que guían la historia.Una buena actuación puede lograr una gran diferencia en los largometrajes que vemos. 


Es importante que productores, directores y guionistas reflexionen un poco acerca de las historias que nos brindan. El cine es el reflejo de la sociedad y cultura en la que vivimos, y la verdad es que prefiero pensar que en nuestro caso no es así. Los dominicanos somos mucho más que risas, tigueraje,  bebedera, fiestas o  estar de coro en coro con los amigos, pero nos tratan como si fuéramos solamente eso o por lo menos nos incitan a eso, sin darse cuenta que se perjudican a ellos mismos. Por lo tanto, llamo a la reflexión a tener más cuidado acerca de como muestran al mundo y a nosotros mismos los dominicanos quienes somos. Con esto no me refiero a un cine "Intelectual" o para "Un grupito" como dicen algunos, me refiero simplemente a un cine universal y para todos. 





Quiero también que reflexionen los que van y asisten masivamente a ver este tipo de cine. No me malinterpreten, no es que estoy en contra del cine dominicano, todo lo contrario, pero el cine no es beneficencia que debe ser apoyado solo porque es dominicano. Al cine vamos a ver una historia que haya captado nuestra atención, por lo tanto, exhorto a los realizadores a mostrar toda su capacidad y dar lo mejor de ustedes que sé que es mucho. Creo en ustedes y creo en el cine dominicano, el cual sé que tiene todo a su favor para emerger como un cine de calidad. El problema es que se va haciendo un círculo vicioso porque es al cine que nos tienen acostumbrados, y también existe el compromiso monetario que es grande y está el miedo de que será un fracaso de taquilla, pero no tengan miedo. Sé que es más fácil decirlo que hacerlo, pero invito a todos a NUNCA DUDAR DE NUESTRA CAPACIDAD. SOMOS MÁS QUE ESO. MANOS A LA OBRA!
Previous
Previous

Ida: Nuestro lugar en el mundo.

Next
Next

Selma: Una película que importa